Desde la Gerontología Social hay un amplio reconocimiento en promover el modelo de envejecimiento en el lugar.
Este modelo dice relación con la posibilidad de envejecer en la propia casa y comunidad (barrio, pueblo) de forma segura, independiente y de manera cómoda.
Se trata de un modelo que promueve la autonomía y la toma de decisiones por parte de las personas mayores, es decir, valora la preferencia de la mayoría de las personas que quieren envejecer en sus viviendas, en su espacio social y comunitario donde han desarrollado su vida.
Este modelo analiza las dimensiones sociales del ambiente, la cercanía con familiares y otras redes personales significativas, la posibilidad de participar socialmente y disponer del apoyo social de los, las vecinos(as) y la comunidad. Es decir, valora la posibilidad de que las personas mayores estén integradas socialmente.
Igualmente, se centra en analizar las dimensiones físicas del ambiente, tales como las condiciones y calidad de la vivienda, el equipamiento y seguridad del barrio o pueblo, el acceso al transporte y los servicios básicos, la posibilidad de disponer de espacios libres y de recreación, pero también, la experiencia vinculada al espacio simbólico del lugar.
La posibilidad de la apropiación simbólica del ambiente social y físico es un tema central cuando hablamos de poder envejecer bien o con una buena calidad de vida.
De allí que este modelo sea uno de los más promovidos para comprender los procesos que median el buen envejecer en los Pueblos Indígenas, ya que las personas mayores indígenas prefieren y otorgan un gran valor a la posibilidad de envejecer en sus territorios ancestrales.
Este modelo reconoce los valores, las necesidades culturales y las diferentes maneras de comprender y valorar el ambiente físico y social de los Pueblos Indígenas. Todos estos elementos son parte de la discusión y análisis del proyecto Vejez Diversa.
Autora: Dra. Lorena Gallardo