Chile es un país multiétnico teniendo en cuenta que el 9,5% dice pertenecer a un Pueblo Indígena (Ministerio de Desarrollo Social, 2017) y un porcentaje significativo, aún no confirmado, al pueblo tribal afrodescendiente. Los pueblos indígenas y tribales en Chile han sido históricamente olvidados y han experimentado diversas formas de violencia por parte del Estado chileno (Manríquez-Hizaut et al., 2018). Incluso, algunos autores afirman que existe una persistente violación a los derechos humanos (Moloney, 2010).
Sin embargo, se registran algunos intentos por reconocer la diversidad y resignificar el valor de estos colectivos durante el siglo XX. En el año 1953 se crea la Dirección de Asuntos Indígenas (DASIN), que reconocía sólo al Pueblo Mapuche, pero pronto se extendería a la totalidad de los pueblos indígenas de Chile.
Bajo el gobierno de Salvador Allende (1970-1973) se promulga la Ley 17.729 que buscó reconocer la diversidad cultural, creando el Instituto de Desarrollo Indígena (IDI), que, entre sus acciones, impulsaba la recuperación de tierras por medio de la restitución y la expropiación.
Sin embargo, estas iniciativas experimentan un retroceso radical durante los diecisiete años de la dictadura militar de Pinochet. En este periodo, el Estado chileno desarrolla una intensa estrategia de asimilación cultural, que excluía los grupos indígenas de las prioridades estatales y limitaba la institucionalidad creada a favor de ellos (Poblete, 2009).
Desde 1989, en la transición hacia la democracia en Chile, se crean las bases para el actual organismo público que velará por el desarrollo integral de las personas y las comunidades indígenas, la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (CONADI), se aprueba la Ley Indígena Ley Nº 19.253 y, posteriormente, en el año 2008 se ratifica el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo.
En el caso del Pueblo Tribal Afrodescendiente chileno fue reconocido por la Ley 21.151 con fecha 09 de abril del 2019, después de una larga lucha que nace el año 2001 con el nacimiento de la primera ONG “Oro Negro” para el desarrollo de este colectivo. Sin embargo, hasta la fecha los pueblos indígenas y el pueblo tribal afrodescendiente no tienen un reconocimiento constitucional en Chile.
Por todo ello, los avances que se observan son insuficientes en términos de un reconocimiento integral a dichos pueblos. Además, en Chile aún se mantienen confrontaciones militares entre el Estado de Chile y las comunidades indígenas, destacando la demanda Mapuche (Fuentes y Cea, 2017).
El debate constitucional que se desarrolla actualmente en Chile plantea un nuevo escenario y desafío para el futuro reconocimiento y protección de los derechos de los pueblos indígenas y afrodescendientes por parte del Estado. Por primera vez, estos pueblos están representados en la discusión a través de su participación en la Convención constituyente, presidida por Elisa Loncon, perteneciente al pueblo Mapuche.
Los antecedentes históricos, sociales y políticos anteriores se reflejan hoy en un contexto de mayor riesgo y exclusión social de los Pueblos Indígenas y el Pueblo Tribal Afrodescendiente. Concretamente en la vejez se transforman en desventajas acumuladas que indicarían datos como: las personas mayores indígenas chilenas muestran una mayor dependencia en las áreas de funciones mentales y comunicación (Mella et al. 2003), deficiente percepción de calidad de vida relacionada con salud (Vargas, 2014), alta prevalencia de síntomas depresivos (Gallardo- Peralta et al., 2015) e insatisfacción con las condiciones de vida y del hogar, y con los servicios sociales y de salud (Gallardo- Peralta et al., 2018).
En nuestro estudio buscaremos profundizar en las desventajas y ventajas acumuladas de las personas mayores indígenas y afrodescendiente, especialmente, reconocer cómo la participación social activa tiene una influencia en el creciente proceso de reconocimiento de sus identidades en Chile.
Autora: Dra. Lorena Gallardo
Bibliografía
Fuentes, C. y Cea, M. (2017). Reconocimiento débil: derechos de pueblos indígenas en Chile. Perfiles latinoamericanos, 25(49), 55-75. https://doi.org/10.18504/pl2549-003-2017
Gallardo-Peralta, L.P., Sánchez-Moreno, E., Barrón, A. y Arias, A. (2015). Ethnicity, Social Support, and Depression Among Elderly Chilean People. The Journal of Psychology: Interdisciplinary and Applied, 149, 601-629.
Gallardo-Peralta, L.P., Sánchez-Moreno, E., y Rodríguez-Rodríguez, V. (2018). Quality of life in indigenous and non-indigenous older persons in the north of Chile. Interciencia, 43, 313-316.
Manríquez-Hizaut, M., Lagos-Fernández, C., Rebolledo-Sanhuesa, J. y Figueroa-Huencho, V. (2018). Salud intercultural en Chile: Desarrollo histórico y desafíos actuales. Revista de Salud Pública, 20(6), 759-763.
Mella, R., Alvear, M., Carrillo, B. y Caire, V. (2003). Valoración de las funciones mentales y la comunicación en adultos mayores mapuches y no mapuches en áreas rurales del sur de Chile. Revista Médica de Chile, 131, 1257-1265.
Moloney, A. (2010). Protests highlight plight of Chile’s Mapuche Indians. Lancet, 375(9713), 449–450.
Poblete, D.H. (2010). Movimientos y organizaciones políticas y sociales del pueblo aymara el caso de Arica-Parinacota y Tarapacá, Chile. Tesis doctoral, Universidad Complutense de Madrid.
Vargas, I. (2014). Calidad de vida relacionada con salud y redes de apoyo social en adultos mayores chilenos. Salamanca: Universidad de Salamanca.