Nos encontramos con Elisabeth cuando descansaba en un banco junto su nieto Valentín, a quien cuida desde hace un año. Ella nació en Santiago donde todavía vive con su esposo. Fue madre muy joven y por ello, hoy, a sus 65, tiene nietos desde 1 hasta 29 años.
“Pensé que ya no iba a cuidar más nietos.”, dice mientras pela un plátano que luego le alcanza al niño. Sin embargo, a diferencia de otras abuelas que deben hacerlo gratis, a ella su hija le paga un sueldo por sus labores de cuidado.
Antes de cuidar a Valentín, trabajaba en su propio taller de costura que funcionaba en su casa. Aprendió el oficio de chica mirando a otras mujeres, después se fue animando a hacer su propios moldes y, actualmente, recibe encargos para confeccionar ropa de hogar.
En uno o dos años, cuando el niño crezca, piensa volver a trabajar de lleno en la costura. Elisabeth nos cuenta que disfruta de estar con su nieto, pero que también extraña la independencia que tenía cuando trabajaba desde su casa.