Nancy y Ángel asisten a un grupo de gimnasia y es ahí donde se conocieron y enamoraron. Ambos son viudos y tuvieron parejas que sufrieron enfermedades. Ella nos cuenta que su vida de casada fue muy dolorosa ya que debió cuidar a dos hijos con autismo y a un marido con Parkinson. Él estuvo en dos relaciones muy duraderas y le sobrevive a una esposa que padeció de Alzheimer.
Ángel baila rock and roll y recientemente ganó una competencia. Él tiene ochenta años, pero ambos coinciden en que no los aparenta, pues conserva el humor y la vitalidad. Es muy espontáneo y le gusta hacer chistes que los hacen reír a los dos.
Nancy está aprendiendo a bailar tango y aprovecha cada uno de sus días porque “nunca se sabe lo que puede pasar”. Su historia junto a Ángel empezó porque ella se animó a darle un beso y desde ese momento no se separaron más. Ahora comparten mucho tiempo y se acompañan a las actividades para la tercera edad.
Según nos dicen tienen gustos muy similares y sus elecciones siempre coinciden cuando van a mirar algo en la televisión o decidir otros asuntos. De hecho, Nancy no se explica cómo es que se adaptaron tan bien y tan rápido el uno al otro. “Hemos sido muy felices en estos ocho meses” expresa ella, y Ángel remata con un “y vamos a ser felices siempre”.