Jorge Luis es de Santiago y tiene 61 años. Durante algún tiempo vivió en La Serena, donde formó su familia y donde actualmente están sus hijas y sus nietos a quienes ocasionalmente visita.
Él sólo cobra una pensión por invalidez y es de 150.000 pesos así que, tal como nos cuenta, no le alcanza para cubrir sus gastos y tiene que seguir trabajando. Es por esto que durante la semana arma su puesto de pernos y tornillos en distintas ferias libres de la ciudad.
Dice de sí mismo que es alguien muy sociable, “enriquece mucho hablar con las personas”, así que aprovecha las oportunidades para conversar con cualquiera. Tiene muchos amigos y una pareja con quien está desde hace bastante tiempo.
Durante la pandemia Jorge colaboró con ollas comunes de Recoleta y repartió almuerzos para la gente de la Población Venezuela, en Santiago. Pese a haber perdido sus piernas, es una persona muy independiente y con mucha fortaleza interior.